A veces la vida te juega malas pasadas..... Cuando estás en esa edad tan crucial de la adolescencia, a veces, te subes a un tren, para realizar un viaje maravilloso, lleno de felicidad, en el que todo es bonito y sin ley. Pero llega un día, que el tren descarrila, y acaba precipitándose por un acantilado, y ya no podemos echar marcha atrás. Muchos de mis amigos cogieron ese tren, quizás, para sentirse más importantes, o por su situación familiar. A la mayoría de ellos, les llegó el final del viaje, otros intentaron sobrevivir a la pesadilla. Sin darte cuenta de ello, pasas de ser una persona divertida y feliz, a ser un vegetal, a no servir para nada, a ver, que tu cuerpo empieza a envejecer repentinamente, a no poder casi hablar de lo colgado que vas, a ir dando tumbos de un lado para otro, a realizar actos, que en una vida normal ni siquiera te hubieran pasado por la cabeza, hasta que un día te encuentran tirado por ahí, ¡muerto! Ha llegado el final de tu trayecto, algo q...