EL SAPITO Y LA RANITA
Después de recorrer medio mundo, una noche de luna llena, el dulce, solitario y triste sapito, decidió salir de aquella turbia charca y seguir su camino en busca de su amada ranita. De estar saltando toda la noche de aquí para allá, decidió tomarse un descanso y refugiarse en el bolsillo de una pequeña mochila abandonada en medio del camino. Lo que no sabía, es que había entrado en una mochila muy especial. Con ojos legañosos, el sapito decide salir del bolsillo para continuar su aventura. Cual fue su sorpresa al ver que se encontraba en medio de un tumulto de gente en medio del asfalto. Aturdido, empezó a saltar y a saltar sin parar, esquivando a uno y a otro para evitar ser aplastado por aquellos gigantes. En un último esfuerzo, hizo un gran salto y consiguió agarrarse a unos de los cordones de unos inmensos zapatos. No duró mucho tiempo, ya que de una enorme sacudida, salio disparado hacia unas escaleras muy cercanas de aquella inmensa plaza. Medio magullado, bajó lentamente las esc...