EL ULTIMO SUSPIRO DEL PAJARITO
Esta es quizás una de las vivencias más duras por las que he pasado. Durante el transcurso de la vida, de un día para otro, puede cambiarte el rumbo.
Hace muy poco publiqué la historia "Vuelvo ser niño", http://alchiviricoqui.blogspot.com/search/label/VUELVO%20A%20SER%20UN%20NI%C3%91O . Hace unos días, un domingo por la mañana, con un sol espatarrante, solo apto para grandes lagartos, estaba con la familia en un acto de celebración en un colegio cuando recibo una llamada de mi madre en la que me comunicaba que mi padre no se encontraba bien y que lo llevaba al hospital. En un abrir y cerrar de ojos, ya estaba en la sala de urgencias. En menos de cinco minutos el médico nos comunica que había tenido unas pequeña ausencias y que era normal en la enfermedad del Alzheimer. Eso nos tranquilizó, ya que solo le hacían una prueba más y nos íbamos para casa. Unos minutos después nos llama el médico y nos informa que ha tenido dos ataques más y que lo dejarán en observación un rato más, Nos dejan pasar al box para estar con él. Detrás de unas cortinas, ahí estaba el "pajarito", medio dormido, con respiración roncosa que se mezclaba con el zumbido del oxígeno. Medio consciente nos contestaba a su forma, de las cosas que le decíamos, eso si, sin perder la sonrisa. Le cogí la mano y le subía y bajaba el brazo, ejercicio que le hacía en casa para jugar con él, y respondía perfectamente. De repente, sus ojos se abren, una mirada al infinito y un chupeteo nos anunció un nuevo ataque epiléptico. En segundos avisamos a los médicos que nos hicieron salir del box. Menudo susto. En un momento sale el médico y con mucha delicadeza nos informa que está muy bajo de todo, y que su sufrimiento empieza a ser extremo y que tenemos que tomar una decisión para que no siga sufriendo. En pocas palabras, que el fin del "pajarito" estaba llegando. Nos quedamos de piedra, no nos podíamos creer lo que nos estaba diciendo, ¿que se estaba muriendo ?, si hace menos de una hora le daban el alta. Nos dejaron unos minutos para poder asimilar aquello. Naturalmente, accedimos a la sedación para aliviar el dolor. El médico con más tranquilidad nos informó, que restos de alimento le llegó a los pulmones y creó una infección mortal, un proceso habitual en el Alzheimer, ya que el cuerpo no controla las funciones normales.
Nos llevaron a una habitación aislada para poder pasar las últimas horas con él. Aquello fue lo peor, ver como poco a poco, se va apagando la luz. En 20 horas, la respiración iba más lenta y espaciada. Nosotros atentos en todo momento, contábamos los segundos entre respiración. Había momentos en que no respiraba, y nuestro afan de no querer llegar al final, nos hacía mover al "pajarito" que rápidamente como si empezara un nuevo vuelo volvía a respirar. No tardó en llegar el último suspiro. Desplegó sus alas y empezó su nuevo viaje, donde ya le estaban esperando la Pepa y la Maria con un buen café con leche y unas "galetetes" , mientras que Vicentico y Batiste le esperaban con los brazos abiertos.
Aquí de lejos escuchamos tus canciones con las que nos has hecho disfrutar tanto.
Hasta Siempre pajarito........ espérame para ir a pescar.
El Aviñecu.
ànims
ResponderEliminarun gran article per al millor dels records!
marc
"Con la vida se va la vida"
ResponderEliminarSiempre tendrás un pájaro velando tu camino, y miraras mil veces al cielo sintiendo que realmente está ahí, casi a tu lado.
Un abrazo
Montse
Jo, Xavi...
ResponderEliminarHas descrit molt bé els sentiments que vem sentir, que vem patir. Molt maco, encara que m'has fet saltar alguna llagrimeta...
Un petó.
Laura
Monchetaaaa!! Sin palabras...
ResponderEliminarMe encantaría q un futuro, espero muy lejano, cuando yo también eche a volar, alguien me escribiera algo tan bonito como lo has hecho tu... eso querrá decir q me han querido mucho!!!
Besitos!!
Raquel