VUELVO A SER UN NIÑO

EL milagro de la vida me fascina. Después de pasarnos nueve meses viviendo como reyes ,  sumergidos en un jacuzzi, calentitos y bien alimentados por nuestra madre, un señor con bata blanca y casi siempre feo, nos coge de las piernas y   nos saca de nuestro palacio , encima nos pega en el "culo", no me extraña que todos lloremos al salir. En ese momento se nos acaba la "bicoca". Todo es nuevo para nosotros, no vemos nada, eso sí, nuestros padres están a nuestro lado para cuidarnos y protegernos de los  peligros que nos espera en la vida. En poco tiempo empiezas a ver, y aquellas voces que siempre has escuchado de la barriga, las relacionas con los nuevos fotogramas que recibes. Es un momento genial, conoces en persona a tus padres. Me siento feliz, porque se, que van a cuidarme, que van enseñarme todas las cosas que puedan, que estarán allí cuando me duela la barriguita, que en momentos buenos y  malos estarán a mi lado.
                                                                                                                                                                                                                 

 Pasan los años, y llega un día en que te vas haciendo más independiente, te cres que  lo sabes todo de la vida,  todo te la "bufa", no necesitas que nadie te ayude, tú eres el rey, eres el mejor, no escuchas, no aceptas consejos, todo lo ves mal. Eso si, cuando nos sentimos débiles, enfermos y  tristes,  ellos están al pie del cañón para cuidarte. Una vez pasados los años de la "pubertad" (llámese también "la tontería del pavo"), llega el momento en que tu corazón se vuelve "figa" ¡Ay dios mio!, has conocido aquella chica que cada vez que la ves,   tu corazón se pone a mil por hora, te sonrojas, te falta saliba.... ¡¡¡Madere de Dios!!!,,,, salimos de una tontería y nos vamos a otra,  eso si, mas dulce y bonita. Es cuando empiezas hacer el tonto, a explicar chistes malos, todo ello para que se fije en ti esa "princesa". Y llega el día,  el momento que todos hemos deseado, ¡¡¡el beso!!!. Ahora , es cuando ya, ni comes, ni estudias, ni haces nada, solo piensas en ella todo el día, eres como un pajarito catando y volando por un bosque lleno de florecitas.... que bonito no?, Tus padres están contentos porque te ven feliz cada día. Hasta que llega un momento en que no te das cuenta, y ya estás viviendo con ella en tu pequeño palacio. Vives una nueva aventura de la vida con ella a tu lado, compartiéndolo todo, pasando momento buenos y malos, pero siempre con el corazón unido. Un día, el milagro de la vida vuelve hacer de la suyas, un espermatozoide propulsado se hace amigo de su óvulo, el roce hace que a los nuevos meses tengamos que sacar del "palacete" a los que van ser nuestros hijos. Los papeles de cambian, y tú eres quien vas cuidar a tus hijos.Esta etapa es increíble, ves como van creciendo, como  los dos vamos compartiendo con ellos parte de  nuestra vida, como juegas, como ríes, como lloras,,,para mi es la aventura más bonita que he tenido. Nuestros padres se convierten en "yayus", y se les cae la baba cuando están con ellos. Los miman, los quieren, los malcrían. Para ellos es vida y para nuestros hijos será un recuerdo que no olvidaran nunca .Los años no pasan para nadie, así, que vas viendo como tus hijos se van haciendo mayores, tu te haces más mayor. pero tus padres más. Un día a tu padre le diagnostican Alzheimer, pero tu no lo ves, ves que está bien y la vida sigue para todos igual, hasta que un día empiezas a ver como tu padre se va consumiendo poco a poco. Ves que la memoria le empieza a fallar, que  le cuesta explicar las cosas, ves que un día se pone el pantalón al revés, que otro se lo pone por la cabeza, que no sabe explicarse, que te conoce pero no se sabe el nombre, que no puede ir al baño, etc. Con la enfermedad a mi padre le ha salido la vena humorística, de repente empieza a cantar, ha hacer tonterías, a reír, es como un niño pequeño, pero cuando nos hace tonterías o nos canta y nos hace reír y le  aplaudimos, le arrancamos una pequeña sonrisa y ves como sus ojos se llenan de felicidad. Esos momentos te hacen olvidar un poco, lo duro de esta enfermedad. Ahora somos nosotros quien tenemos que mimar a nuestros padres, a estar a su lado y  a cuidarlos como ellos nos han cuidado. Un día no muy lejano su recuerdo se apagará y entonces vendrá el momento más triste, en que te mirará a los ojos y te dirá: Y TU, QUIEN ERES??.

Xavier M.


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